A continuación, tres principios fundamentales para los líderes que desean construir y mantener un lugar de trabajo remoto o híbrido post-pandemia que inspire innovación, fomente el compromiso y cultive el éxito, con buenas prácticas de liderazgo.

1. Confianza y transparencia

Administrar en un entorno de trabajo híbrido o remoto es un cambio probable para su organización en varios aspectos. Tal vez sea algo que se adoptó durante la pandemia, pero el entorno de trabajo hace seis meses era muy diferente de lo que es hoy. Con los viajes en aumento y los restaurantes alcanzando su capacidad máxima, está claro que las personas, aunque todavía trabajen de forma remota, ahora tienen condiciones de trabajo significativamente diferentes. Algunos pueden optar por trabajar en una casa de vacaciones, mientras que otros pueden optar por trabajar en una cafetería o espacio de trabajo compartido.

Ahora enfrentamos prioridades en competencia en todo momento y en una mayor abundancia. Y esto no es un motivo para llevar a la fuerza laboral de regreso a la oficina, pero es un motivo para fomentar un entorno de confianza y transparencia en el que los colaboradores se sientan cómodos compartiendo sus horarios de trabajo, compromisos en el hogar y su momento óptimo de concentración. Cuando permitimos que esta información se comparta abiertamente, fomentamos un entorno que maximiza las fortalezas de las personas y sigue siendo inclusivo. La confianza y la transparencia son fundamentales para fomentar una cultura de mejora de la productividad. Considere llevar a cabo una discusión sobre "Formas de trabajo" con su equipo para comprender mejor cómo y cuándo funcionan mejor.

2. Aliñamiento y responsabilidad de la estrategia

Con la fuerza laboral ahora distribuida de manera completa o durante parte de la semana, se ha vuelto esencial que las organizaciones se aseguren de que una estrategia clara sea comunicada por los líderes de la cúpula. A partir de ahí, recomendamos el establecimiento de OKRs (objetivos y resultados clave) que se puedan diseminar por toda la organización para que cada equipo e individuo entienda cómo su trabajo contribuye a la misión de la empresa.

La responsabilidad de estos OKRs es luego definida por cada gerente para ayudar a garantizar que el trabajo se complete a tiempo para que otras funciones puedan realizar su trabajo. Los arreglos de trabajo flexibles requieren un alineamiento estricto y responsabilidades claramente establecidas.

3. Explorar cómo ha cambiado la gestión y el coaching

Su organización está experimentando cambios significativos en su transformación hacia un entorno de trabajo híbrido y remoto. Esta afirmación es cierta tanto para las empresas que tenían prácticas remotas en vigor antes de la pandemia como para aquellas que fueron llevadas a experimentarlas por primera vez en respuesta a la pandemia. Por lo tanto, es importante recordarnos a nosotros mismos, como líderes, que el cambio requiere tiempo, planificación y una comunicación bidireccional continua entre gerentes y empleados.

La gestión y el coaching ahora parecen diferentes. Lo que una vez identificamos en una sala de reunión, ahora debemos descifrarlo a través de aplicaciones de videoconferencia, herramientas de mensajería y métricas de productividad. Con Monitoo, los gerentes aprovechan la plataforma de análisis de la fuerza laboral para analizar los datos de productividad para que puedan comprender cuándo los empleados están más comprometidos y si están tomando suficientes descansos.

Liderando el cambio

Aunque los empleados han pasado la mayor parte de este año aprendiendo a equilibrar sus entornos de trabajo híbridos y remotos en un mundo post-pandemia, nosotros, como líderes, debemos mantenernos pacientes durante el cambio. Los desafíos son continuos y se deben esperar durante los cambios culturales, y debemos abordarlos mientras guiamos a nuestras organizaciones hacia el otro lado. Con un panorama de talentos cada vez más competitivo, los entornos de trabajo híbridos y remotos serán parte del futuro que no podemos ignorar. En su lugar, podemos abrazar culturas abiertas, estrategias y dirección más claras y, sobre todo, una apertura a mejores prácticas de gestión y coaching.

¿Qué te pareció? A partir de ahora, ya sabes cuáles son las buenas prácticas de liderazgo.

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